LA INTOLERANCIA NO ES UN DERECHO
En cuanto a quienes practican violencias de cualquier clase y generan odios, valiéndose de sus particulares interpretaciones de los principios que rigen sus doctrinas o ideologías (sean religiosas o no) para negar la libertad de manifestar una opinión distinta, pienso que el derecho a la vida y la libertad de conciencia, de expresión y de pensamiento, están por encima de lo que pretenden hacer con sus injustas conductas. Están errados. Deberían renegar de sus prácticas, pues ningún derecho les cabe en hacer lo que hacen. La doctrina de la cancelación es la negación de lo que pretenden defender. No nace de un derecho sino de la supresión de los derechos de quienes piensan diferente. Dios ha creado al hombre dotándolo de albedrío y la única limitación es que no atente contra el albedrío de su prójimo ni la convivencia pacífica en sociedad. Ése es el significado del mandamiento: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo".¹ (1) Mateo 22:39; Mateo 5:9