CRISIS IDENTITARIA
Entre las características más resaltantes de los tiempos que vivimos se destaca la crisis identitaria que sobrevuela las sociedades contemporáneas. Fruto de la postura que establece que la realidad del sujeto no se conoce a través de la revelación divina ("Dios ha muerto" nos dicen) ni del uso de la razón que provee la objetividad científica necesaria sino de la autopercepción, herramienta subjetiva elevada a la categoría de única fuente legítima respetuosa de los derechos inalienables del ser humano, reina hoy la certeza de que la identidad se "siente", se "autodefine" y que la dualidad varón-mujer ha perdido vigencia. Cada persona es lo que cree ser, y esa naturaleza impuesta subjetivamente debe prevalecer independientemente de lo que nuestra constitución cromosómica establezca. En definitiva, la identidad se construye. La construye cuando se decide quién uno se siente quien cree ser. Como consecuencia de esta proposición, la sociedad debe deconstruir e