EN LA BΓSQUEDA DE VERDADES ABSOLUTAS
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Algunas personas parecen tenerle miedo a la verdad, sobre todo si se trata de buscar las verdades absolutas. Prefieren pensar que cada cual puede tener su propia verdad, acomodada a su propio interΓ©s.
Jesucristo nos enseΓ±Γ³ que la verdad nos hace libres¹. Pero esa libertad tiene su precio: vivir a la altura de un ser libre y enfrentar la oposiciΓ³n, no sΓ³lo de sus enemigos, sino de las debilidades propias del carΓ‘cter, las del hombre natural que llevamos dentro de nosotros.
Vencerlo es nuestro mayor desafΓo, y la llave para nuestro progreso espiritual.
PlatΓ³n afirmaba que la mayor victoria a la que puede aspirar un hombre es a conquistarse a sΓ mismo.
En la Palabra de SabidurΓa leemos:
"Y todos los santos que se acuerden de guardar y hacer estas cosas, rindiendo obediencia a los mandamientos... hallarΓ‘n [entre otras recompensas] sabidurΓa y grandes tesoros de conocimiento, sΓ, tesoros escondidos..."²
De manera que adquirir un conocimiento verdadero implica esfuerzo. AdemΓ‘s se deben desarrollar cualidades de carΓ‘cter apropiados -sobre todo paciencia, perseverancia y humildad- y entender que las verdades que buscamos no siempre se ajustarΓ‘n a nuestros deseos o expectativas.
Lo que descubramos podrΓ‘ sorprendernos, incomodarnos o incluso ponernos en una situaciΓ³n desventajosa respecto de la sociedad en que nos desenvolvemos.
Se necesita de valentΓa para buscar la verdad, encontrarla y defenderla.
En ocasiones, podemos sentir temor de poseer ciertas verdades por el compromiso que conllevan. Otras veces, tememos que acrecentar nuestro tesoro de verdades nos haga perder certezas a las que nos hemos aferrado por mucho tiempo y a las que nos hemos acostumbrado pasivamente, certezas que no eran mΓ s que burbujas llenas de aire.
Enfrentarnos a nuevas verdades puede inspirar ese temor a lo desconocido que paraliza. Las nuevas verdades pueden llegar a derribar viejos Γdolos que veneramos.
Descubrir que nuestra percepciΓ³n de la realidad necesita ajustarse a conocimientos que nos llegan desafiantes de fuentes insospechadas puede afectar nuestra autoestima.
Por todo ello, la aventura de adentrarse en la realidad, y dejar de lado la falaz herramienta del autoengaΓ±o, es la cualidad mΓ‘s brillante de quien busca la sabidurΓa por encima de todo, y estΓ‘ dispuesto -como se dijo mΓ‘s arriba- a pagar el precio de poseerla.
Las palabras que JehovΓ‘ hablΓ³ a JosuΓ©, antes de alcanzar la Tierra Prometida, debieran ser nuestro lema orientador en nuestra bΓΊsqueda de la plenitud de la verdad:
"Solamente esfuΓ©rzate, y sΓ© muy valiente...".³
(1) Juan 8:32
(2) Doctrina y Convenios 89:18-19
(3) Josue 1:7
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