ESCOGER CON LIBERTAD
Cada cual tiene el derecho al pensar lo que le parezca correcto. Lo que debe evitarse es menoscabar ese derecho, que es universal. La tan mentada doctrina de la cancelación, tan aplicada por mentes radicales y extremistas, es inadmisible. No prestar atención a lo que uno considera falaz es también una prerrogativa personal, sin que ello vaya en detrimento del derecho del que piensa distinto. No se trata de obedecer ciegamente. Siempre se aprende. En unos casos, a seguir el precepto. En otros a evitarlo. Unos podemos creer que la Ética emana de Dios. Otros que sólo vale el relativismo moral. Está en cada uno el derecho a seguir su propio camino, respetando la libertad de los demás. ¡Yo elijo SEGUIR A JESUCRISTO!