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Mostrando entradas de noviembre, 2023

NUESTRA BATALLA INDIVIDUAL

Saber que existe Dios es un gran paso en la comprensión del significado de la vida. Saber que Dios es el Creador, y Jesucristo nuestro Salvador, al tiempo que se acepta que sólo mediante la revelación es posible conocer los misterios de la vida, su propósito y destino final -aceptando la incapacidad humana de encontrar por sí sola las respuestas a las preguntas existenciales de la vida- es crucial para albergar la esperanza de que vivir tenga sentido. Aceptar que a través de las revelaciones, Dios ha hecho saber a Sus hijos, que sólo transitando el sendero de los convenios, mediante la obediencia y amor hacia Él y Su obra, es esencial para que el Sacrificio Expiatorio de Jesús dé por fruto la vida eterna. Pero, al mismo tiempo, es necesario tomar conciencia de que la inevitable oposición que existe en todas las cosas, lleva a creer no sólo en todo lo anterior, sino también en que el ser humano enfrenta un adversario insistente que busca su destrucción moral y se opone decididamente al

¿CÓMO, PUES, COMBATIREMOS LA IGNORANCIA?

"Mejor es encontrarse con una osa a la cual le han robado sus cachorros que con un necio en su necedad."¹ El uso del término necio parece muy duro. Cotidianamente, se lo usa en un tono despectivo. Pero, en su origen², denota una debilidad de carácter en la cual nadie está exento de caer.  Todos podemos manifestar, en algún momento o en determinadas circunstancias, actitudes que pudieran calificarse de necias.  Quien no lo crea así, que "sea el primero en arrojar la piedra".³ El diccionario de la Real Academia Española define el término necio de la siguiente manera: 1. Ignorante y que no sabe lo que podía o debía saber. 2. Imprudente o falto de razón. 3. Terco y porfiado en lo que hace o dice. En todos los casos existe un sentido de peligro en la definición. Peligro, por las consecuencias que la conducta necia puede acarrear. Quien actúa con necedad no utiliza la razón ni se ciñe a las normas que la experiencia aconseja, sino que, antes, se conduce por los impulsos q

¿QUE CONDICIONA NUESTRA FE?

Recientemente he leído que, en una de las tantas marchas por la diversidad sexual, se enarbolaba la frase: "Mi sexualidad no condiciona mi fe". Me gustaría compartir algunas reflexiones al respecto, no sin dejar de afirmar primero que, además de la vida, el mayor don que hemos recibido de Dios es nuestro albedrío, ese derecho inalienable a tomar nuestras propias decisiones, que Dios mismo respeta, aunque no pueda librarnos de las consecuencias que esas decisiones nos acarreen. Aun así, todo hijo de Dios es libre de escoger el camino que le parezca más satisfaga sus intereses personales. Pero, como afirma Pablo: "No (n)os engañ(emos); Dios no puede ser burlado, porque todo lo que el hombre siembre, eso también segará."¹ En lo que respecta al eslogsn de ls frase, cada cual podrá estar de acuerdo o no con ella. La libertad de expresión otorga el derecho a propalarla, pero no obliga a estar de acuerdo con ella.  La cuestión es qué se entiende por fe; o mejor aún, cuáles

LOS VERDADEROS HÉROES

Egoísmo, rebeldía, ansias de poder y extendida ignorancia en cuanto al ejercicio del amor, es la tormenta perfecta para sembrar dolor, muerte y desesperación en la existencia humana. Para muchos, la vida es una dura escuela. Lamentablemente no aprenden de otra manera que sufriendo de sus penosas aflicciones. Mirando la Historia, la gloria entre los hombres exalta las cualidades cristianas -dignas de la mejor ética humana- las menos de las veces. La historia de la humanidad está plagada de héroes caracterizados por sus conquistas en la guerra, en la política, en ejercicio del poder, en la creación de imperios fundados en la sangre de hijos de Dios, turbados por la ira, la lealtad a causas mundanas o aun por causas religiosas basadas en erróneas interpretaciones, diferencias doctrinales o superchería sacerdotal. Si miramos el pasado - aun el presente- veremos que una parte sustancial de los obradores de mal  han provenido de familias disfuncionales o destruidas emocionalmente, han cultiv

EL MATRIMONIO: ¿UNA LOTERÍA?

Mi padre solía decirme:"El matrimonio es una lotería". Ya sea que sintiera que no tuvo éxito en sus propias experiencias u observó a su derredor demasiados fracasos matrimoniales, sin duda su sentencia constituye una opinión discutible. En lo personal, no coincido con él. Ni por mi experiencia propia, ni por mi razonamiento, ni por la fe que tengo en la Palabra del Señor. El matrimonio ha sido instituido por Dios. En el relato de la Creación, se expone de manera básicamente simbólica, la instauración del matrimonio, su objetivo y su aporte esencial al Plan de Dios. Luego de crear al hombre, la escritura afirma: "Y dijo Jehová Dios: No es  bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él."¹ Así se dispuso crear a Eva, la madre de todos los vivientes. Es muy crucial la forma en que el Génesis relata la creación de Eva: "Y Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre Adán, y este se quedó dormido. Entonces tomó una de sus costillas y cerró la carne en