LA BATALLA CULTIRAL
Así como las virtudes cristianas representan el camino trazado por Jesús para alcanzar un triunfo eterno, el mundo profano nos rodea de sus antivalores, queriendo llenar nuestras vidas hasta el hartazgo de odios, furia, frustración, envidia, intolerancia, incitación a conductas que deshumanizan, sublimizando hasta el colmo la enemistad con Dios. Es descorazonador pensar en el colapso de la moral en un tiempo en que el adversario se vale de todos los medios a su alcance " irrita(ndo) los corazones de los hombres, para que contiendan con ira unos con otros"¹. Pero es lo que está aconteciendo en el mundo precisamente ahora. El crecimiento y progreso de la obra, promoviendo el Plan de Salvación instituido por Dios para la "inmortalidad y vida eterna"² del hombre, está acompañada del auge sin precedentes en la historia moderna de la profanidad que la enfrenta. Entre la intelectuales de uno y otro signo -pues parece que siempre existirán "nefitas y lamanitas munda