NUESTRA BATALLA INDIVIDUAL

Saber que existe Dios es un gran paso en la comprensión del significado de la vida.

Saber que Dios es el Creador, y Jesucristo nuestro Salvador, al tiempo que se acepta que sólo mediante la revelación es posible conocer los misterios de la vida, su propósito y destino final -aceptando la incapacidad humana de encontrar por sí sola las respuestas a las preguntas existenciales de la vida- es crucial para albergar la esperanza de que vivir tenga sentido.

Aceptar que a través de las revelaciones, Dios ha hecho saber a Sus hijos, que sólo transitando el sendero de los convenios, mediante la obediencia y amor hacia Él y Su obra, es esencial para que el Sacrificio Expiatorio de Jesús dé por fruto la vida eterna.

Pero, al mismo tiempo, es necesario tomar conciencia de que la inevitable oposición que existe en todas las cosas, lleva a creer no sólo en todo lo anterior, sino también en que el ser humano enfrenta un adversario insistente que busca su destrucción moral y se opone decididamente al Plan de Salvación que Dios generosamente ofrece a Sus hijos.

"Pues, por motivo de que Satanás se rebeló contra mí, y pretendió destruir el albedrío del hombre que yo, Dios el Señor, le había dado, y que también le diera mi propio poder, hice que fuese echado abajo por el poder de mi Unigénito; y llegó a ser Satanás, sí, el diablo, el padre de todas las mentiras, para engañar y cegar a los hombres y llevarlos cautivos según la voluntad de él, sí, a cuantos no quieran escuchar mi voz." ¹

Creer en la existencia del Adversario de la Verdad, que desde las tinieblas del mundo espiritual obra en la Tierra procurando la diseminación de todo aquello que se oponga a Dios, es un hecho real del cual también debemos estar conscientes.

¿Cómo lleva a cabo Su obra y Su gloria Dios, la cual es la inmortalidad y vida eterna del hombre? ²

Mediante el Sacrificio Expiatorio y Ministerio del Salvador, la predicación de Sus profetas, las revelaciones contenidas en las Escrituras y la obra de Su Iglesia.

¿ Cómo lleva a cabo su obra el Adversario, la cual es "engañar y cegar a los hombres y llevarlos cautivos según la voluntad de él"³, buscando "que todos los hombres sean miserables como él"?⁴ 

La sección 10 de Doctrina y Convenios aporta información relevante para contestar esta pregunta.

Refiriéndose a la pérdida de las 117 páginas manuscritas de la traducción de las Planchas que Moroni entregó a José Smith, el Señor afirma:"Y por haber entregado los escritos en sus manos, he aquí, hombres perversos te los han quitado".⁵ 

¿Quiénes son esos hombres perversos?

En el versículo 5, el Señor advierte contra "..los siervos de Satanás que apoyan su obra".⁶

De esos siervos las Escrituras explican:

"De cierto, de cierto te digo, que Satanás ejerce un gran dominio en sus corazones y los incita a la iniquidad contra lo bueno... ⁷

"...Sí, él incita sus corazones a la ira contra esta obra. Sí, les dice: Engañad y acechad para poder destruir; he aquí, en esto no hay daño. Y así los lisonjea y les dice que no es pecado mentir para sorprender a un hombre en la mentira, a fin de destruirlo. Y de este modo los halaga y los conduce hasta que arrastra sus almas al infierno; y así hace que caigan en su propio ardid. Y así va y viene, acá y allá sobre la tierra, procurando destruir las almas de los hombres."⁸ 

La conclusión y advertencia implícita es clara. Pablo lo resumió advirtiéndonos:

"Examinadlo todo; retened lo bueno. 22 Apartaos de toda apariencia de mal." ⁹

Jesús decía: "El que tiene oídos para oír, oiga."¹⁰

Cada uno de nosotros tendrá que discernir las palabras, enseñanzas, relatos, dogmas e ideologías, y todas las ideas que inundan el mundo con diversidad e intensidad nunca vistas hasta éstos -los últimos días- y tomar su escudo de la fe  y toda la armadura de Dios para enfrentar las mentiras y engaños que acosan la obra de Dios entre los hombres.¹¹

Porque si bien " [Dios] no permitir(á) que destruyan (su) obra; [y] ...mostrar(á) que (su) sabiduría es más potente que la astucia del diablo"¹², la batalla es individual y se libra en el fuero íntimo del alma.

Y en esa batalla hay que distinguir muy claramente quien está de nuestro lado y quién no lo está.

Porque ciertamente hay muchos, que con lisonja y astucia predican el "evangelio" del adversario.


(1) Moisés 4:3-4

(2) Moisés 1:39

(3) Moisés 4:4

(4) 2 Nefi2:27

(5) Doctrina y Convenios 10:8 (negrita agregada)

(6) Doctrina y Convenios 10:5

(7) Doctrina y Convenios 10:20

(8) Doctrina y Convenios 10:24-27

(9)  1 Tesalonicenses 5: 21-22

(10) Mateo 13:9

(11) Ver Efesios 6:10-18

(12) Doctrina y Convenios 20:43

Comentarios