TENER FE EN DIOS NO ES FANATISMO
El fanatismo no es de Dios. Tampoco el fariseísmo. La RAE define el fanatismo asi:"Apasionamiento y tenacidad desmedida en la defensa de creencias u opiniones, especialmente religiosas o políticas. intransigencia, intolerancia, obstinación, extremismo, radicalismo, sectarismo, exacerbación, exaltación, incondicionalidad." Nada de eso es bueno ni aceptable, menos aún cuando se extiende en un empeño por juzgar a los demás y evitar la autocrítica. Debemos, sin embargo, no confundir con fanatismo el esfuerzo personal por vivir el evangelio lo mejor que uno pueda, porque ciertamente "es por la gracia por la que nos salvamos, después de hacer cuanto podamos" (2 Nefi 25:23). El mundo acostumbra a tildar de fanatismo a quienes se esfuerzan denodadamente por vivir el Evangelio, más allá de que todos somos humanos y, por lo tanto, adolescemos de flaquezas y errores.