AVANZAD, EN VEZ DE RETROCEDER

Cada vez que surge un cataclismo en la Tierra, o las noticias nos hablan de las consecuencias catastróficas del cambio climático, y las fuerzas de la Naturaleza se sacuden fuertemente bajo nuestros pies, o vemos volcanes en erupción trastocando hasta la geografía de las localidades...

Cada vez que oímos de guerras y rumores de guerras, ya sea en nuestros países o en tierras lejanas; y podemos percibir como el adversario "irrita los corazones de los hombres, para que contiendan con ira unos con otros"1...

Cada vez que leemos las noticias y nos enteramos de hechos aberrantes que parece imposible que germinan en corazones que nacieron puros y nobles...

Cada vez que nos enfrentamos a plagas y pandemias -como la que azota actualmente el planeta-, y vemos el dolor y la desolación que cubren grandes porciones del conjunto de naciones que constituyen nuestro mundo...

Y cada vez que percibimos cómo el Evangelio , aunque cuestionado por amplios sectores de la humanidad, se fortalece a través de las palabras de los profetas y , ante nuestros ojos, se despliega el cumplimiento de profecías proclamados desde hace siglos...

Decimos: ¡El fin se acerca!

Hacemos bien en decirlo. Nuestro Señor nos advirtió de estas cosas, y mucho peores, que acontecerían antes de Su segunda Venida.

"Y en esa generación serán cumplidos los tiempos de los gentiles...

"Y cuando la luz empiece a manifestarse, les será semejante a una parábola que os enseñaré:

"Miráis y observáis la higuera, y la veis con vuestros ojos; y cuando empieza a retoñar y sus hojas todavía están tiernas, decís que el verano ya está próximo;

"así será en aquel día cuando vean todas estas cosas, entonces sabrán que la hora está cerca.

"Y acontecerá que el que me teme estará esperando que llegue el gran día del Señor, sí, las señales de la venida del Hijo del Hombre." 2

Sobre estos días, dice la profecía:

"... toda la tierra estará en conmoción, y desmayará el corazón de los hombres [creyentes en el Salvador] y dirán que Cristo demora su venida hasta el fin de la tierra."3

Los tiempos del Señor son Sus tiempos. Aún las tinieblas del mundo no han llegado al colmo de su iniquidad, como en los tiempos de los amorreos 4. Pero, por más inminente que parezca, por más señales que percibamos, " [el] día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre"5, dice el Señor.

Así que debemos estar preparados. Aunque no tengamos certeza de cuándo acontecerá, el retorno de Jesús, en toda Su gloria, con certeza se llevará a cabo.

Lo aseguran las profecías cumplidas. Lo asegura el testimonio del Espíritu Santo que mora en los corazones bien dispuestos, y lo asegura la esperanza, "(p)orque tras mucha tribulación vienen las bendiciones".6

Así que, unamos nuestra voz a la del Profeta de la Restauración, y proclamemos a voz viva, hasta los cuatro cabos de la Tierra:

"Hermanos, ¿no hemos de seguir adelante en una causa tan grande? Avanzad, en vez de retroceder. ¡Valor, hermanos; e id adelante, adelante a la victoria! ¡Regocíjense vuestros corazones y llenaos de alegría! ¡Prorrumpa la tierra en canto! ¡Alcen los muertos himnos de alabanza eterna al Rey Emanuel que, antes de existir el mundo, decretó lo que nos habilitaría para redimirlos de su prisión; porque los presos quedarán libres!

"¡Griten de gozo las montañas, y todos vosotros, valles, clamad en voz alta; y todos vosotros, mares y tierra seca, proclamad las maravillas de vuestro Rey Eterno! ¡Ríos, arroyos y riachuelos, corred con alegría! ¡Alaben al Señor los bosques y todos los árboles del campo; y vosotras, rocas sólidas, llorad de gozo! ¡Canten en unión el sol, la luna y las estrellas del alba, y den voces de alegría todos los hijos de Dios! ¡Declaren para siempre jamás su nombre las creaciones eternas! Y otra vez digo: ¡Cuán gloriosa es la voz que oímos de los cielos, que proclama en nuestros oídos gloria, salvación, honra, inmortalidad y vida eterna; reinos, principados y potestades!

"He aquí, está a punto de llegar el gran día del Señor..."7

(1) 3 Nefi 11:29

(2) Doctrina y Convenios 45:30, 36-39

(3) Ibid. ver. 26, paréntesis agregado

(4) Véase Génesis 15:16

(5) Mateo 24:36

(6) Doctrina y Convenios 58:4

(7) Doctrina y Convenios 128:22-24

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