EL ESPEJO DE NUESTRA ALMA

Cuando en Administración se habla de planificación, surgen cinco preguntas fundamentales:

QUÉ? 

CÓMO?

QUIÉN?

CUÁNDO?

DÓNDE?

¿QUÉ es lo que se debe hacer, CÓMO se debe hacer, QUIÉN estará encargado de hacerlo, CUÁNDO y DÓNDE se hará?

En ocasiones, también es importante saber el POR QUÉ.

La vida es el mayor emprendimiento que administramos: nuestro pasaje por este tiempo finito. 

Para enfrentar cualquier desafío, deberíamos siempre plantearnos esas seis preguntas. De las respuestas que encontremos dependerá en gran medida el resultado de nuestro pasaje por esta vida.

Indudablemente, si somos conscientes de nuestra condición de hijos de Dios, siempre podremos buscar Su guía y orientación.

Cuando se trata de enfrentar desafíos que creemos van más allá de nuestra capacidad, es frecuente que seamos propensos a preguntarnos el POR QUÉ nos toca pasar por ellos.

A veces el saber POR QUÉ nos dará ánimo y fuerza para seguir adelante; o nos dará un motivo valedero para superarnos, prestar servicio desinteresado o simplemente sobrellevar la situación.

Por ejemplo. ¿POR QUÉ guardar los mandamientos?  Porque amamos a Dios.

Pero la pregunta POR QUÉ, si viene acompañada de "A MÍ", asi formulada tenderá a debilitarnos, a sentirnos víctimas o deprimidos hasta la impotencia. No siempre tendremos una respuesta.

El plantearnos POR QUÉ A MÍ  sin alcanzar una respuesta, o sin tener la esperanza de salir adelante, podrá llevarnos a la inacción, a sentirnos autocompasivos, a olvidarnos de aquellas otras cinco preguntas que nos pueden ayudar a encontrar una salida.

¿POR QUÉ A MÍ?  

¿Y POR QUÉ NO?  ¿Acaso el único espejo en el que nos miramos es el de nuestras dificultades? ¿Acaso nuestro espejo no refleja también bendiciones que sobreabundan?  ¿Qué podríamos ver en espejo de nuestro prójimo? ¿Tal vez algo peor?

Si seguimos al Señor tendremos una imagen edificante de nuestra vida reflejada en el espejo de nuestra alma, a pesar de las tribulaciones y oposición que debamos enfrentar.

Porque el Señor nunca nos deja solos si buscamos su compañía.

Comentarios