Y ASÍ VAMOS ...

La vida de las sociedades es dinámica. Esto significa cambios.

Los cambios pueden tener naturaleza dispar. 

Muchos cambios, casi incontables, han significado progreso. Conocimiento más profundo de la realidad, las leyes físicas y químicas que la rigen, los principios y leyes que rigen los fenómenos sociales, la comprensión de que existen derechos humanos básicos y universales inherentes a la condición humana, descubrimientos médicos, tecnológicos y producciones artisticas que han aportado al mejoramiento de la calidad de vida, y así sucesivamente.

Otros cambios han significado involución. El perfeccionamiento de armas de destrucción masiva, el tan mentado cambio climático -defendido por unos y estigmatizado por otros-, el nacimiento de ideologías liberticidas o el desprestigio -en mi opinión- de valores morales que cimentaron la estabilidad emocional, ética y política de las sociedades. Por ejemplo, el avance de la legalización del uso recreativo de drogas psicodélicas, la victimización de la delincuencia por parte de una sociedad culpable de generarla, etc.

Así vamos...

El mundo avanza. Nosotros, parte de él aunque no consustanciados con él en todos los aspectos, sobre todo culturales y éticos, nos vemos empujados a seguirlo en cierta manera, aunque más no sea como testigos involuntarios de esa involución, presionados por legislaciones afines a ella, por la violencia de la doctrina de la cancelación y por el menosprecio de los cultores de los rasgos más controversiales (y ya no tanto, por su aceptación mayoritaria) que de una manera u otra tienden a frustrar toda posición que contrarie esos cambios.

Y así vamos...

El episodio más reciente que me tocó vivir se dió hace unos días, cuando uno de mis nietos se inscribió en el primer año de educación liceal. Un jovencito de doce años, casi niño aún.

Una de las preguntas que se le formuló fue a qué gén3ro se sentía perteneciente. Aún aceptando que la ideología de gén3ro tuviera una base racional -que de racional no tiene nada, y menos de científico pues niega la biología y postula la autopercepción como método "objetivo" de conocimiento- ¿cómo se pretende que a los doce años el sujeto pueda tener una definición clara al respecto?

En algunos países, como por ejemplo Canadá, se reconoce por ley, la prevalencía de los declarados "derechos sexuales del niño" por encima de la patria potestad de los padres, estableciendo que los padres no tienen el derecho a criar a sus hijos conforme a su mejor criterio, sino sólo responsabilidades para asegurar su sustento, asistencia a centros educativos, etc. La tradicional patria potestad ha sido  transferida al Estado.

Y así vamos...

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