DONDE EXISTE ORDEN, EXISTE UN ORDENADOR

Es evidente que existe un orden en la Naturaleza y en la vida. Todo se rige por leyes. Leyes que los hombres catalogan según las distintas disciplinas de la Ciencia, pero leyes al fin. 

Determinadas condiciones conforman determinadas consecuencias. Aún el caos tienes sus leyes, aunque no las hayamos descubierto. Tal vez por eso el caos nos resulte indeseable.

Las leyes resultan inmutables. Algunas parecen cambiar pero lo que cambia es su entorno de aplicación.

Otras caducan pues no son más que erradas deducciones humanas intentando interpretar la realidad.

Hay tantas leyes; más aún si consideramos las que todavía no se han descubierto. Impresionan como infinitas, así como resulta infinito el espacio que alberga la materia y la energía, a pesar de algunas "teorías" que hablan de un espacio finito y cerrado.

Pero volvamos al orden existente en el Universo que percibimos. 

Hagamos la siguiente consideración:

Supongamos que tenemos 100 bolillas numeradas consecutivamente que se van entremezclando en un bolillero giratorio y en determinado instante son volcadas en un canal que las retenga alineadas.

¿Cuál es la probabilidad de que la sucesión de bolillas salientes salga con las bolillas ordenadas con sus números en orden creciente del 1 al 100?

La probabilidad es una en aproximadamente 9,332621544 seguido por 157 ceros. O sea un número enorme que consiste de 158 dígitos. En otras palabras, aunque matemáticamente posible, en los hechos la probabilidad es prácticamente nula.

Ahora imaginemos cual sería la probabilidad de que la materia, la energía y el surgimiento espontáneo de la vida, primero unicelular y luego evolucionando hasta el ser humano, se hayan formado por simple azar.

Inimaginable, a pesar de la convicción que aleguen ateos acerca del origen azaroso del Universo que conocemos.

Si hay un orden perfecto en el Universo es porque existe un Ordenador Perfecto que lo hizo posible. Ese Ordenador Perfecto es Dios.

Nuestra mente limitada no puede concibir más allá de Su existencia y depende de lo que Él se digne en revelarnos. 

Obviamente no se llega a Su existencia por la Razón, pero lo expuesto es una poderosa evidencia que debería impulsarnos a buscarle, a conocer Su naturaleza y a procurar Su propósito al colocarnos en este Universo, durante este corto lapso que estamos sobre la Tierra.

"Porque he aquí, esta vida es cuando el hombre debe prepararse para comparecer ante Dios; sí, el día de esta vida es el día en que el hombre debe ejecutar su obra."*


* Alma 32:34


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