PODEMOS DERROTAR NUESTRA VULNERABILIDAD

Nuestro Padre Celestial ama a todos sus hijos por igual, y sabe que cada uno de nosotros cargamos  con nuestras debilidades y flaquezas. 

Por tanto, nos invita  seguir a Cristo teniendo misericordia los unos para con los otros. 

Cada uno de nosotros -quienes anhelamos ser Sus fieles discipulos- libramos nuestra propia batalla por seguir a Cristo. 

Es triste ver que muchos hijos de Dios ni siquiera le conocen y otros, entregados a la influencia del adversario, promueven dolor, maldades y angustias a su prójimo.

Creo que nuestra mayor preocupación debe ser esforzarnos por seguir a Cristo y seguir Su santo ejemplo, a pesar de nuestra imperfección.

En Jesucristo podemos encontrar la paz y  ayuda para superarnos. Encontramos también el poder para vencer nuestros miedos, nuestras inseguridades y nuestras debilidades.

Nadie es vulnerable en Cristo, pues como testificó Pablo:"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece." (1)


(1) Filipenses 4:13


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