¿CUÁNTO IMPORTAN NUESTROS ZAPATOS?
Existe un viejo adagio que reza: "𝘕𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦𝘴 𝘤𝘢𝘮𝘪𝘯𝘢𝘳 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘦𝘭 𝘣𝘢𝘳𝘳𝘰 𝘴𝘪𝘯 𝘦𝘯𝘴𝘶𝘤𝘪𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘻𝘢𝘱𝘢𝘵𝘰𝘴".
Producto de la sabiduría popular, esta sentencia -aunque obvia- tiene profundas implicancias cuando se trata de escoger entre el bien y el mal.
La moral cristiana -tantas veces denostada como moralina por quienes se aferran en justificar el desenfreno de sus pasiones- tiene por objeto guiar al hombre por el camino de Dios, apartado de los senderos que ensucian el alma y con el propósito de brindar gozo en la vida.
En términos bíblicos, a menudo los caminos que ensucian el alma se asocian con el término 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰.
La enseñanza de aquel adagio es clara. Cuando se quiere 𝘢𝘨𝘳𝘢𝘥𝘢𝘳 𝘢 𝘋𝘪𝘰𝘴 no se puede seguir Su voluntad y condescender con las costumbres del mundo al mismo tiempo.
Otra máxima muy conocida advierte que "𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘦𝘴 𝘱𝘳𝘦𝘷𝘦𝘯𝘪𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘶𝘳𝘢𝘳". Esto encierra sabiduría también, pues nos enseña que la mejor manera de enfrentar el mal es evitando ceder ante las sutiles persuasiones en las que podemos vernos inmersos en nuestra interacción con el 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰.
Siguiendo la línea de pensamiento que venimos desarrollando, recordemos también aquello de "𝘥𝘪𝘮𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘲𝘶𝘪é𝘯 𝘢𝘯𝘥𝘢𝘴 𝘺 𝘵𝘦 𝘥𝘪𝘳é 𝘲𝘶𝘪é𝘯 𝘦𝘳𝘦𝘴".
Las amistades son importantes en la vida. Somos seres sociales y de la intertelación con nuestros semejantes se pueden cosechar diversas clases de frutos: los que enriquecen (y consecuentemente acercan a Dios) y los que debilitan (alejándonos de la Luz de la verdad que emana de Él).
Las Escrituras refuerzan estos conceptos:
"𝘕𝘰 𝘤𝘰𝘮𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘯 𝘥𝘦𝘭 𝘮𝘢𝘭𝘪𝘨𝘯𝘰 𝘥𝘦 𝘰𝘫𝘰 𝘯𝘪 𝘤𝘰𝘥𝘪𝘤𝘪𝘦𝘴 𝘴𝘶𝘴 𝘮𝘢𝘯𝘫𝘢𝘳𝘦𝘴, 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘶𝘢𝘭 𝘦𝘴 𝘴𝘶 𝘱𝘦𝘯𝘴𝘢𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘤𝘰𝘳𝘢𝘻ó𝘯, 𝘵𝘢𝘭 𝘦𝘴 é𝘭."¹
"...𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘢𝘣𝘶𝘯𝘥𝘢𝘯𝘤𝘪𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘤𝘰𝘳𝘢𝘻ó𝘯 𝘩𝘢𝘣𝘭𝘢 𝘭𝘢 𝘣𝘰𝘤𝘢 [𝘥𝘦𝘭 𝘩𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦]."²
"𝘎𝘶𝘢𝘳𝘥𝘢𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘭𝘦𝘷𝘢𝘥𝘶𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘧𝘢𝘳𝘪𝘴𝘦𝘰𝘴..."³
Las advertencias son claras. Todas apuntan a motivarnos a alejarnos de aquello que puede dañar nuestra dignidad como hijos de Dios y dejarnos con cicatrices difíciles de sobrellevar.
Al elegir nuestras amistades, nuestras actividades recreativas, los lugares que frecuentamos en busca de diversión, nuestras opciones de entretenimiento;
los artistas que admiramos, su música, letras y bailes que promueven, las películas que vemos, lo que consumimos;
las ideas y filosofías a las que adherimos o llaman nuestra atención;
en definitiva, cuando decidimos qué hacer en cualquier circunstancia que nos toque vivir:
¿𝘊𝘶𝘪𝘥𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘯𝘰 𝘦𝘯𝘴𝘶𝘤𝘪𝘢𝘳𝘯𝘰𝘴 𝘭𝘰𝘴 𝘻𝘢𝘱𝘢𝘵𝘰𝘴?
(1) Proverbios 23:6-7
(2) Lucas 6:45
(3) Lucas 12:1
Comentarios
Publicar un comentario
No promovemos ni aceptamos controversias en nuestro blog, siendo nuestro propósito es unir corazones, pues "no es [la] doctrina [de Cristo], agitar con ira el corazón de los hombres, el uno contra el otro; antes bien [Su] doctrina es esta, que se acaben tales cosas."