EL ABSURDO SÍ FUNCIONA... PARTE 3: EL MATERIALISMO

Sostienen los ateos que Dios no existe y adhieren a la concepción materialista de la existencia humana. Según la Real Academia Española, el materialismo es la "concepción del mundo según la cual no hay otra realidad que la material, mientras que el pensamiento y sus modos de expresión no son sino manifestaciones de la materia y de su evolición en el tiempo".

Todo es materia y energía. Reacciones químicas que generan toda actividad en el Universo, aun la creación azarosa de la vida, el orden planetario y galáctico, ¡todo!

Entonces usemos el método del absurdo, aunque más no sea en tan solo dos cuestiones. 

Asumamos que Dios -y todo lo que refiere a las leyes naturales y el orden organizado por Él- no existe.

Primera cuestión

Luego,  tampoco existe el libre albedrío del hombre. La voluntad humana es el resultado de interacciones materiales y la conciencia un espejismo de la realidad. No existe tal cosa como persona, individuo o ser  que pueda entenderse como dueño de su futuro. Todo está prederminado. La libertad es una ilusión y los sentimientos, una broma del Universo.

Segunda cuestión

Como Dios no existe y lo material dicta la evolución del Universo, ¿qué es la moral? ¿Cómo se determina? ¿Qué son el bien y el mal? ¿Cómo se decide lo que está bien y lo que está mal?

No habría forma de hacerlo pues obviamente una reacción química no decide valores morales.

¿No resulta absurdo imaginar nuestra existencia y la del Universo en semejante manera? Es absurdo.

El bien y el mal tampoco pueden decidirse por mayorías. Si nos permitimos prescindir de Dios, y la moral la decide el más fuerte independientemente de todo ejército de pensadores y filósofos qué pueda reunirse, la moral la decide el màs poderoso.¹

En otras palabras, sin Dios no existe moral, a menos que la moral sea relativa al pensamiento de cada uno y, en ese caso, no sirve de nada màs allá de crear el caos o la violencia.²  

¿Qué, pues, se concluye de todo lo anterior? 

La tesis de que Dios no existe no parece adecuada para entender y manejar la realidad apuntalando, a su vez, la dignidad humana. La Historia lo confirma.³

Ahora bien, existen muchas interrogantes sin respuesta aún. El entendimiento humano es limitado. La verdad total e infinita nos es imposible de alcanzar en el tiempo de nuestra vida terrenal.

¿Justifica ello adherirnos, por tanto, a insensatas teorías e interpretaciones que nos llevan al absurdo?


(1) Al fin y al cabo, ¿no es cierto que aún la democracia, la mejor forma de regular las relaciones humanas, sólo se sostiene por la fuerza del poder del Estado?

(2) Por inconveniente que resulte, existen muchos pensadores y personas de a pie qué adhieren al "relativismo moral" qué antepone las preferencias personales a todo otro criterio.

(3) Si alguno trae a colación las miserias causadas por las violencias desatadas dentro del cristianismo por causas religiosas del pasado y del presente, reparemos en que han sido por causas humanas, aún en los casos de defensa propia.

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