NUESTRA BATALLA
Estoy convencido que la clase de vida que nos tocó vivir de niños -al menos que lo que a nuestra educación se refiere- realmente estaba destinado a criarnos buenos ciudadanos, mejores familias, convirtiéndonos a la honestidad, la buena voluntad y el servicio.
Seguramente los adultos que hemos pasado la mayor parte de nuestra vida tratando de ser mejores que los que nos antecedieron, miramos estos días con mucha consternación y estamos preocupados por el futuro.
Nuestra sociedad moderna tiene una gran falta de valores, esos valores cristianos tan queridos para nosotros; pero ahora la religión o sus enseñanzas son consideradas inútiles, y son combatidas por quienes promueven valores opuestos a ellas.
Vivimos en un mundo diferente, y tenemos que sobrevivir en él, tratando de trasladar a nuestros hijos la mayor parte posible de lo que creemos que es correcto y bueno para ellos.
Es una tarea ardua, pero no podemos desistir de esa batalla y de nuestras convicciones.
Como dijo muy sabiamente el Pte. Spencer W. Kimball: “La aceptación social no convierte en bueno lo que está mal”¹.
Debemos seguir teniendo fe en nuestra herencia, y pasarla a nuestros hijos como nuestro mejor legado, a pesar de lo que la sociedad moderna piense de nosotros y nuestros valores.
(1) El Milagro del Perdón
Comentarios
Publicar un comentario
No promovemos ni aceptamos controversias en nuestro blog, siendo nuestro propósito es unir corazones, pues "no es [la] doctrina [de Cristo], agitar con ira el corazón de los hombres, el uno contra el otro; antes bien [Su] doctrina es esta, que se acaben tales cosas."