SEGUIR AL PROFETA DEL SEÑOR

Para entender lo que está aconteciendo en el mundo; para aceptar que el proceso de cambios sociales, culturales, políticos e incluso naturales que se están combinando para crear un mundo caótico como en el que estamos inmersos; para .encontrar la paz interior que necesitamos y anhelamos, con la cual mantener la calma en medio de las tempestades que azotan la Humanidad; para abrazarnos a los valores que Dios inculcó en el corazón de los hombres a través de la palabra inspirada de Sus siervos, pudiendo aferrarnos a la "barra de hierro" y no sucumbir a la desesperación, debemos seguir el consejo de nuestro Profeta, el presidente Russell M Nelson:

"Les prometo que aumentar el tiempo que pasan en el templo bendecirá su vida como nada más puede hacerlo...

" Mis queridos hermanos y hermanas, les ruego que se centren en el templo como nunca antes lo hayan hecho. Los bendigo para que se acerquen más a Dios y a Jesucristo cada día."¹

Es en el Templo que podemos llegar a alcanzar el conocimiento espiritual -mediante las instrucciones, revelación y el espíritu que reina dentro de sus paredes- que aclarará a nuestras mentes el por qué de lo que está aconteciendo hoy en el mundo, el cómo podemos enfrentarlo y la razón de los dos grandes mandamientos sobre los cuales se basan la ley y los profetas:

"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente..."

y

"Amarás a tu prójimo como a ti mismo."²

En el Templo no sólo hacemos convenios y servimos a nuestros hermanos que han pasado al otro lado del velo.

También tenemos la oportunidad de conocer más plenamente la verdad a través de la revelación que podemos recibir en la Casa del Señor, si la buscamos apropiadamente.

Necesitamos más que nunca de la verdad. 

De la verdad que sólo emana de Dios. 

De la verdad que surge por centrar nuestra vida en Jesucristo.

Pues como dijo Jesús "a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 

y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres."³

Libres de la desesperación, angustias, conflictos y temores que puede causar el poder del destructor en el corazón del hombre.

Libres de los odios, prejuicios, celos y envidias, disensiones y disputas que contaminan la suerte de nuestras sociedades.

Libres de seguir falsos maestros que, con sus falacias y lisonjas, conducen las almas al desierto de la ignorancia y el fanatismo.

Libres de ser ovejas del mundo, que no tienen al Buen Pastor que las guíe en medio de las tinieblas que les rodean.

Libres para existir y tener gozo.⁴

(1) Céntrense en el Templo, Conf. Gral. octubre 2022

(2) Mateo 22:37, 39

(3) Juan 8:31-32

(4) Véase 2 Nefi 2

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