LOS NOTABLES DE LA HISTORIA
La Historia está llena de grandes batallas, memorables victorias, honrosas derrotas.
Como civilización honramos también a personas que se han destacado en diversos campos del accionar humano, a líderes religiosos, políticos o sociales.
Grandes pensadores que han iluminado nuestras vidas o han pergueñado ideologías y movimientos que han sembrado destrucción y horror y, a pesar de ello, algunos no sólo los recuerdan, sino que tambiéb los honran y veneran.
El mundo es un enjambre de mundos, cada uno con sus héroes, villanos, benefactores y seres repudiables... pero todos ellos sobresaliendo por encima del rebaño al que han pertenecido o pertenecen.
¿,Qué queda para el resto de los ignotos seres que han convivido o conviven con esos "notables" de la Humanidad?
¡Qué error es creer que cada uno de esos hijos anónimos de Dios vale mucho menos, por no destacar por encima de los demás en esos mundos que componen este mundo!
¿Acaso ellos no libran batallas y obtienen grandes victorias?
¿Acaso son simples rellenos de la Historia sobre los que se fundan los "notables" de la Humanidad?
No se trata de menospreciar a muchos, casi innumerables, que han contribuido con sus vidas a hacer de este mundo un mundo mejor.
Pero sí se trata de resaltar que la fama se forja en el mundo no es requisito para ser un héroe; para librar grandes batallas y obtener contundentes victorias, aunque nadie parezca percibirlas.
Porque "el valor de las almas es grande a la vista de Dios"¹, no importa de quién se trate.
"[Su] obra y [Su] gloria (es) llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre"².
Por ello, Dios dio mandamientos para que si los hombres "fuesen humildes, fuesen fortalecidos y bendecidos desde lo alto, y recibieran conocimiento "³y, así, pudieran alcanzar los propósitos inefables con los que Dios se ha propuesto bendecirnos a condición de la obediencia a esos mandamientos.
Es en alcanzar esa humildad en lo que consiste la grandeza de los hombres:
En vencer en la gran batalla de orar a Dios todos nuestros días y buscar Sus respuestas.
En vencer en la gran batalla de aprender a amar como Jesucristo nos ama.
En vencer en la gran batalla de servirnos los unos a los otros⁴, esforzándonos por mimetizarnos con el Bien y rechazando el Mal.
En vencer en la gran batalla de ahogar nuestro orgullo⁵, y arrepentirnos sinceramente de nuestros pecados buscando Su perdón, día tras día, traspié tras traspié.
En vencer en la gran batalla por convertir nuestro carácter en el de un pacificador⁶.
En vencer en la gran batalla por levantarnos cada domingo y hacer de él una delicia⁷, renovando nuestros votos sacramentales y centrando nuestras vidas en el Salvador y su Sacrificio Expiatorio.
En vencer en la gran batalla de andar en la senda de los convenios con Dios⁸, en escucharlo⁹, y buscar la guía imprescindible del Espíritu Santo¹⁰ en estos tiempos tenebrosos que anteceden la Segunda Venida de Cristo.
En fin, en vencer la gran batalla de dejar absorber nuestra voluntad en la voluntad de nuestro Padre Celestial, tal cual Cristo nos mostró¹¹. Ello lo lograremos línea sobre línea, precepto por precepto, un paso a la vez, pero firmes y constantes.
Al vencer en la gran batalla de entregar al Padre "un corazón quebrantado y un espíritu constrito"¹², todos sin excepción podremos ser los héroes de nuestra vida, los notables de esta existencia terrenal, y sabremos, sin lugar a dudas, de nuestro real valor y nuestro destino eterno.
(1) Doctrina y Convenios 18:10
(2) Moisés 1:39
(3) Doctrina y Convenios 1:28
(4) Russell M. Nelson, "Ministrar con el poder y la autoridad de Dios", CG abril 2018
(5) Ezra Taft Benson, "Cuidaos del orgullo", CG abril 1989
(6) Russell M. Nelson, "Se necesitan pacificadores", CG abril 2023
(7) Russell M. Nelson, "El día de reposo es una delicia", CG abril 2015
(8) Russell M. Nelson, "El templo y el cimiento espiritual de ustedes", CG octubre 2021
(9) Russell M. Nelson, "Que Dios prevalezca", CG octubre 2020
(10) Russell M. Nelson, "Revelación para la Iglesia, revelación para nuestras vidas", Conf. Gral. abril 2018
(11) Mosíah 15:7
(12) 3 Nefi 9:20
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