ASI ALUMBRE VUESTRA LUZ

¿Por qué existe tanto rechazo hacia la Cristiandad en Occidente, siendo que durante milenios fue el seno en donde se desenvolvieron las enseñanzas de Jesucristo en los corazones de las personas?

Ciertamente, a lo largo de esos milenios, existieron guerras y contención por causa de las diferentes denominaciones que componían el mundo cristiano. 

Pero las buenas obras y los fundamentos cristianos que cimentaron la civilización occidental, exceden ampliamente los errores y horrores que, en muchos casos, el celo por defender las distintas interpretaciones y denominaciones desprendidas de la Iglesia fundada por Cristo, provocó entre quienes, de seguir las enseñanzas del Salvador, hubiesen tratado a todos como hermanos en lugar de considerarlos enemigos.

Aún hoy en día es posible encontrar malos ejemplos entre los creyentes, pero ello no califica las creencias sino a quien las tergiversan o menosprecian.

Pero esas cosas del pasado han quedado atrás. Hoy la Cristiandad, seriamente afectada por una oposición sistemática y creciente, presenta un panorama de unidad por encima de las diferencias doctrinales que constituyen su cuerpo.

La oposición que enfrenta va más allá de posturas filosóficas, incluyendo el ateísmo y las ideologías que niegan la existencia de Dios.

¿Cuál es la razón?

La Cristiandad constituye la última barrera de contención de los valores que no comulgan con las conductas que hoy en día se han popularizado a lo ancho y largo de la cultura occidental.

La Cristiandad es la brújula moral del mundo, su faro protector.

La barrera de contención está constituida por quienes, con verdadera intención, deciden plegarse a las enseñanzas de Cristo, a pesar de sus debilidades y esforzándose por mejorar en virtud y caridad.

El élder Neil L. Andarsen ha exhortado a quienes profesen ser cristianos a allegarse a Jesucristo.

"Nos damos cuenta de que a medida que aumenta la maldad en el mundo, nuestra supervivencia espiritual, y la supervivencia espiritual de nuestros seres queridos, requerirá que nutramos, reforcemos y fortalezcamos más plenamente las raíces de nuestra fe en Jesucristo. El apóstol Pablo nos aconsejó que estuviéramos arraigados, fundamentados y firmes en nuestro amor por el Salvador y nuestra determinación de seguirlo. Hoy y los días venideros requieren un esfuerzo más específico y concentrado, y que nos protejamos de las distracciones y el descuido."¹

Es vital que no se apague nuestro faro. 

En palabras de Jesús:

"Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."²


(1) Allegarnos más al Salvador, Conferencia General octubre 2022

(2) Mateo 5:16


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