LA ORACIÓN: UNA LLAVE ESENCIAL

Como entes inteligentes siempre hemos existido¹. En el estado premortal nacimos de Padres Celestiales².

A la hora de la Creación, el cuerpo de Adán fue engendrado del polvo de la tierra, y Dios sopló en él aliento de vida y fue alma viviente³: espíritu y cuerpo de carne y huesos, con vida en sí mismo.

Después de la Caída, Adán y Eva fueron expulsados del Jardín de Edén y se convirtieron en seres mortales⁴.

Y así como la muerte "entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos"⁵, mediante la Redención del Salvador.

Cuando Adán y Eva fueron expulsados del Jardín de Edén, fueron separados de la presencia de Dios, y salvo contadas excepciones, el hombre sólo ha podido comunicarse con Él mediante la oración.

El significado de la oración va más allá del mero hecho de hablarle a Dios. 

Siendo una "comunicacion" va en doble sentido, y es posible recibir respuesta divina a nuestras oraciones si estamos preparados espiritualmente para ello, y hemos desarrollado la capacidad para reconocer la voz del Espíritu Santo, a través de la fe y la experiencia.

Como se afirma en la Guía para el Estudio de las Escrituras:

"La finalidad de la oración no es cambiar la voluntad de Dios, sino obtener para nosotros y para otras personas las bendiciones que Dios esté dispuesto a otorgarnos, pero que debemos solicitar."

Por tanto -disculpando la comparación- la oración no es como "la carta que los niños escriben a Santa Claus o a los Reyes Magos". No es una lista de peticiones de lo que creemos necesitar para ser felices o vivir sin problemas.

Amén de ser la oportunidad de mostrar gratitud por Su amor, por la entrega de su Hijo Unigénito⁶ y por Su plan de salvación, la oración es un fuerte lazo que nos une a Dios en el propósito de vivir de acuerdo a Su voluntad, y cumplir nuestros compromisos adquiridos con Él por las ordenanzas que hemos realizado.

En palabras del élder Richard G. Scott:

"Para mejorar tu forma de orar, aprende a hacer las preguntas correctas. En lugar de pedir lo que tú quieres, busca honradamente lo que Él desea para ti. Entonces, a medida que aprendas Su voluntad, ora para obtener la fortaleza para cumplirla."⁷

La oración es una llave esencial para mantenerse "en el sendero de los convenios"⁸ y "pensar de manera celestial"⁹.


(1) Doctrina y Convenios 93:29

(2) La Familia Una Proclamación para el Mundo

(3) Génesis 2:7

(4) 2 Nefi 2:25

(5) 1 Corintios 15:21

(6) Juan 3:16

(7) Utilizar el Don Supremo de la Oración, Conf. Gral. Abril 2007

(8) "Manténgase en el camino de los convenios. Su compromiso de seguir al Salvador al hacer convenios con Él y luego guardar esos convenios abrirá la puerta a toda bendición y privilegio espiritual que están al alcance de hombres, mujeres y niños en todas partes.", Pte. Russell M. Nelson, Al Avanzar Juntos, Liahona abril 2018, pág. 7

(9) Pte. Russell M. Nelson, ¡Piensen de Manera Celestial!, Conf. Gral. Octubre 2023

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