CELEBRANDO LA PASCUA

Los cristianos celebramos la Pascua recordando la muerte y la resurrección de nuestro Señor Jesucristo.

Dentro de esa celebración también recordamos su Sacrificio Expiatorio, que aconteció en el Jardín de Getsemaní y en la propia cruz.

Dicho Sacrificio, muerte y resurrección nos abrieron la puerta para vencer la muerte -pues por causa de Su resurrección todos hemos de resucitar de la muerte- y por causa de Su sacrificio, todos podremos recibir, en esta vida, el perdón de nuestros pecados, a condición de que nos arrepintamos sinceramente.

Creer que Dios existe, que es nuestro Padre y todos somos hermanos...

Creer en la realidad de la resurrección de Jesucristo, su condición de Hijo Unigénito de Dios en la carne...

Creer que Jesús es el Salvador de la humanidad, que ejerció Su ministerio terrenal hace más de dos milenios, sanando enfermos, haciendo que los ciegos recobraran la vista, los paralíticos caminaran, los leprosos se libran de su mal; que calmó vientos y tempestades con Su palabra, que caminó sobre el agua e hizo milagros portentosos y nunca antes vistos...

Creer que Su milagro más grande, al decir del Pte. Spencer W. Kimball, es el habernos dado el don del perdón...

Creer en su resurrección literal de los muertos y en qué todos, sin excepción, podremos afirmar, como Job, que "

después de deshecha esta mi piel, aún he de ver en mi carne a Dios, a quien yo veré por mí mismo; y mis ojos lo verán, y no otro"1...

Creer que si somos fieles a pesar de nuestras debilidades, podemos albergar, en nuestros corazones, la esperanza de alcanzar la vida eterna, "que es el máximo de todos los dones de Dios"2...

Creer estas cosas, y saberlas por el testimonio del Espíritu de Dios, es la esencia del credo cristiano.

Para el incrédulo, que "no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente"3... estas certezas de quien se siente cristiano y celebra, no pasan de tildarse de ignorancia, superstición o desvarío.

Pero para quienes guardamos en el alma estas certezas, la Pascua es motivo de celebración.

Porque "hablamos de Cristo, nos regocijamos en Cristo, predicamos de Cristo... para que nuestros hijos [y el mundo] sepan a qué fuente han de acudir para la remisión de sus pecados"4 y quién es "el camino, la verdad y la vida"5

¡Por ello la Pascua es celebración!

(1) Job 18:26-27

(2) Doctrina y Convenios 6:13

(3) 1 Corintios 2:14

(4) 2 Nefi 25:26

(5) Juan 14:6

Comentarios