LA SANTA CENA

Comemos y bebemos para alimentar nuestro cuerpo, dotarlo de fortaleza, y permitirnos desenvolvernos adecuadamente en el mundo con el cual interactuamos.

Al tomar la Santa Cena, comemos y bebemos para alimentar nuestro espíritu, para dotarlo de fortaleza, y resistir al mundo en el cual estamos, pero del cual no debemos ser parte.

Al tomar la Santa Cena, y al cumplir dignamente nuestra parte del convenio sacramental, nos aseguramos de poder tener siempre con nosotros al Espíritu Santo.

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