REFLEXIONES SOBRE EL ORIGEN DE LA VIDA (II)

En el anterior artículo se habrá notado que al decir que "con 'el polvo de la tierra', o sea, con la materia organizó Dios el cuerpo del hombre; pero ese cuerpo no llegó a ser 'alma viviente' (tener vida) hasta que sopló en él el aliento de vida. Esto debe interpretarse como que el espíritu y el cuerpo fueron unidos para dar vida al hombre creado."

Algún lector avizorado habrá notado que se introduce el elemento espíritu, pero nada se afirma acerca de su naturaleza.

¿Cómo fue creado? Puesto que, si no es posible crear de la nada, y para ser coherentes con las observaciones del artículo anterior, ¿de dónde extrajo Dios los elementos espirituales a partir de los cuáles organizó ese espíritu?

Aquí se vuelve imperioso introducir doctrinas tal cual fueron reveladas al Profeta José Smith y sus sucesores, las cuales no están presentes en la Biblia, ya sea porque se "ha despojado el evangelio del Cordero de muchas partes que son claras y sumamente preciosas, y también [se] ha(n) quitado muchos de los convenios del Señor"1, o porque se trata de "conocimiento que no se ha revelado desde el principio del mundo hasta ahora... en los postreros tiempos... una ocasión... en la que nada se retendrá...2.

La Proclamación sobre la Familia dice: "Todos los seres humanos, hombres y mujeres, son creados a la imagen de Dios. Cada uno es un amado hijo o hija espiritual de padres celestiales y, como tal, cada uno tiene una naturaleza y un destino divinos..."

De manera que todos los seres humanos que han vivido, viven o vivirán sobre esta tierra (y otros mundos) fueron engendrados como espíritus, hijos e hijas de padres celestiales, en una vida preterrenal.

Por otro lado, la revelación establece que "no hay tal cosa como materia inmaterial. Todo espíritu es materia, pero es más refinado o puro, y solo los ojos más puros pueden discernirlo, no lo podemos ver; pero cuando nuestros cuerpos sean purificados, veremos que todo es materia."3

Si todo es materia, entonces los elementos que constituyen el espíritu también lo son y, por tanto, son también coeternos con Dios.

Pero entonces, ¿dónde está la individualidad de cada uno de nosotros?

El Profeta enseñó que "el alma, la mente del hombre, el espíritu inmortal* ...

¿De dónde vino? Todos los sabios y los doctores de teología dicen que Dios lo creó en el principio; pero no es así. Según mi concepto, esta idea rebaja al hombre. No creo en esa doctrina; tengo mejor criterio. Oídlo, todos los confines del mundo, porque Dios me lo ha dicho; y si no me creéis, no por eso invalidáis el efecto de la verdad....

Dios preparó un tabernáculo o cuerpo y puso un espíritu dentro de él, y se tornó alma viviente...La mente o inteligencia que el hombre posee es coigual** con Dios. ...Estoy hablando de la inmortalidad del espíritu del hombre. ¿Sería lógico decir que la inteligencia de los espíritus es inmortal, y sin embargo, que tuvo un principio? La inteligencia de los espíritus no tuvo principio, ni tendrá fin. La inteligencia es eterna y existe sobre un principio que es existente por sí mismo. "

(*) Claramente se ve que el Profeta tenía en mente la inteligencia, cuando dijo que "el alma, la mente del hombre, el espíritu inmortal", no fue creado ni hecho, y que no se estaba refiriendo al espíritu como hijo engendrado de Dios. El Profeta enseñó, y es doctrina de la Iglesia, que los espíritus de los hombres son hijos e hijas engendrados de Dios. Doctrinas y Convenios, sobre el cual se basa esta doctrina, se halla en la Sección 93, versículo 29, y dice lo siguiente: "El hombre fue también en el principio con Dios; la inteligencia o la luz de la verdad no fue creada ni hecha, ni tampoco lo puede ser."

(**) Indudablemente, la palabra correcta debería ser "coeterno", no "co-igual".

En la Guía para el Estudio de las Escrituras se explica que uno de los significados del término "inteligencia" corresponde al "elemento espiritual que existía antes de que fuéramos engendrados como hijos espirituales".

De manera que las inteligencias, que representan nuestra individualidad, nuestra esencia última, son eternas y coeternas con Dios. No han tenido principio ni fin.

El Presidente Brigham Young seguramente tenía en mente todos estos conceptos cuando afirmó:

"La vasta y compleja red de familias, reinos, gobiernos y sistemas entrelazados que surgen de la matriz infinita de la creación desafía la comprensión humana. En nuestro actual estado de desarrollo, nos basta con saber que tal orden existe y que por medio de 'nuestro Dios y su Cristo' (D. y C. 76:28) formamos parte de esta magnífica empresa. Todos los seres inteligentes que son coronados con coronas de gloria, inmortalidad y vidas eternas deben pasar por todas las pruebas señaladas para que los seres inteligentes pasen, para obtener su gloria y exaltación.”4

 

(1) 1Nefi 13:26

(2) Doctrina y Convenios 121 26-28

(3) Doctrina y Convenios 131:7-8

(4) Discourses of Brigham Young, pág. 345

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