LA ESPERANZA

Muchas veces se ha comparado la vida terrenal con una carrera.

La imagen es elocuente, pues en una carrera existe competencia, un destino final que alcanzar, obstáculos en el camino, debilidades propias que subyugar.

Existe la necesidad de aprender a correr, de administrar adecuadamente nuestras fuerzas, de prepararnos apropiadamente tanto en lo físico como en lo emocional.

Se hace necesario ejercitar nuestras aptitudes y nuestro cuerpo debe evolucionar hasta alcanzar su pleno potencial, aun superando las barreras que impone el dolor físico propio del esfuerzo que el entrenamiento comprometido supone.

Pablo dijo de sí mismo: "...el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe."1

En otra oportunidad aconsejó:

" ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero solo uno se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis...

"Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien da golpes al aire;

"sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre..."2

Al pensar en lo que significa aventurarse en una carrera podemos preguntarnos: ¿qué lleva a correr a los participantes? ¿Qué los lleva a continuar corriendo aun cuando estén entre los últimos puestos?

La esperanza de llegar. Nadie correría pensando que va a fracasar; y si lo hiciera, correría de tal manera que su fracaso sería inevitable.

¿Por qué razón deberíamos continuar esforzándonos por vivir el Evangelio?

¿Por qué, sabiendo de nuestras debilidades, recordando nuestros fracasos pasados e imaginando la magnitud de nuestros desafíos futuros, deberíamos continuar empeñados en seguir al Salvador?

¿Alcanzará con tener confianza en que Él es todopoderoso para salvar? ¿Será suficiente con tener fe en Él? ¿Seremos merecedores al final de Su misericordia? ¿Tendremos la vida eterna?

Mormón nos enseña:

"Y además, amados hermanos míos, quisiera hablaros concerniente a la esperanza. ¿Cómo podéis lograr la fe, a menos que tengáis esperanza?

"Y, ¿qué es lo que habéis de esperar? He aquí, os digo que debéis tener esperanza, por medio de la expiación de Cristo y el poder de su resurrección, en que seréis levantados a vida eterna, y esto por causa de vuestra fe en él, de acuerdo con la promesa.

"De manera que si un hombre tiene fe, es necesario que tenga esperanza..."3

Debemos vivir con la esperanza de que sí llegaremos a la vida eterna. De lo contrario, ¿qué sentido tiene estar participando en "la carrera de la vida"?

 

(1) 2Timoteo 4:6-7

(2) 1 Corintios 9:24,26-27

(3) Moroni 8:40-4

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