MODELOS

La gran interrogante que cada uno debe formularse es qué clase de vida desea tener, dando por sentado que tiene el derecho inalienable de ser libre, siempre que ello no colide con los derechos de los demás y con la convivencia pacífica dentro de la sociedad a la que pertenece.

La cuestión es elegir el modelo que más conviene a la felicidad y bienestar temporales y eternos.

Y al reflexionar sobre este desafío, vienen a la mente las palabras de Jesucristo:

"Yo soy el camino, la verdad y la vida."1

Estamos inmersos en una guerra de culturas (cada hombre en pos de su propio Dios) que promueven diversos modelos de vida. Todos luchan por la hegemonía cultural de sus creencias; algunos con buena voluntad; otros, valiéndose de verdades mezcladas con engaños, eufemismos y relatos; y otros, tratando de imponerlas a través de injusto dominio.

Los hay, también, quienes nadan en su natural ignorancia, y postulan recetas de dudosa eficacia.

Entonces: ¿a quién seguiremos?

"Dijo entonces Jesús a los doce: ¿También vosotros queréis iros?

Y le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.

Y nosotros hemos creído y sabemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente."2

 

(1)   Juan 14:6

(2)   Juan 6:67-69

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