LA FE (II)

La fe es como una moneda. Tiene dos caras: la CONFIANZA en la Divinidad y la CONVICCIÓN de lo que no se ve (1).

Por tanto, está constituido por un aporte personal que consiste en entregar nuestros afectos y albedrío a Dios, sabiendo que "todas las cosas obrarán juntamente para (n)uestro bien" (2).

Por otro lado, es un don de Dios que recibimos y por el cual adquirimos un conocimiento -imperfecto aún- acerca de cosas que no vemos.

Así como la cara de una moneda no puede crecer sin que lo haga la otra, en la fe la CONFIANZA y la CONVICCIÓN crecen juntamente hasta que esa fe "se hace más y más resplandeciente hasta el día perfecto" (3).

 

(1)    Hebreos 11:1

(2)    Doctrina y Convenios 90:24

(3)    Doctrina y Convenios 50:24 

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