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Mostrando entradas de marzo 13, 2022

LA INVITACIÓN A VENIR A CRISTO

Cuando nuestras tres hijas eran pequeñas acostumbrábamos a reunirnos al lado del piano que teníamos en casa y cantábamos himnos con la idea de que fueran incorporando en su ser los principios del evangelio de una manera más amena. Uno de nuestros himnos favoritos era “Hay un hogar eterno” 1 . Por lo general ese himno nos llevaba a cantar luego “Cuando hay amor” 2 . En aquel entonces abrigábamos la esperanza de que nuestro hogar y los que ellas procrearían junto con sus esposos en el futuro, fueran un reflejo fiel del mensaje de esos himnos. Han pasado muchos años desde aquellos días, muchas pruebas y otras tantas bendiciones. Al tomar consciencia de todo el tiempo y energías que invertimos buscando la unidad familiar y el establecimiento de bases sólidas y verdaderas en sus vidas, nos regocijamos pensando que no fue en vano. Hoy apreciamos el gozo de verlas convertidas en dignas madres y leales esposas, en personas que sustentan los valores que recibieron y se esfuerzan por criar a s

EN LA ERA DE LA DESINFORMACIÓN (II)

Nos hemos referido en el artículo anterior a la desinformación como un mal presente en nuestras sociedades y ante la cual debemos estar “firmes y alertas”, pues tiende a confundir “si fuere posible, aun a los escogidos” 1 . La desinformación se diferencia de la mentira en que esta última no engaña a quien conoce la verdad. En cambio, la desinformación tiende a presentarse de una manera persuasiva, pareciendo confiable mas buscando desviar al sujeto de las fuentes de la verdad, disuadiéndole a obrar en favor de los intereses de quien desea manipularle.   La desinformación suele venir acompañada de porciones de verdad que le otorgan credibilidad, pero no legitimidad. Apela a la lisonja para distraer. Busca desacreditar cualquier idea o persona que se le oponga. Se vale de las emociones, pasiones o impulsividades del individuo para inducirlo a actuar sin reflexionar seriamente acerca del mensaje. Recurre a adjetivaciones exageradas, y frecuentemente suele valerse de asociaciones con i

EN LA ERA DE LA DESINFORMACIÓN (I)

V ivimos e n la era de la informa c ión. Im p ulsa d os por la globalización y l os a v ances tecnológicos, la producción de infor m ación y su accesibilidad n unca h a n sido tan uni v ersales ni exte n didos co m o e n e stos tiempos. El futuro se m u estra aún más ili m itado en c u anto a ello, desde q u e los descubrimientos c ientíficos y su a p lica c ión al m u ndo de l a informática no paran de crece r .   T ambién vivimos una notable era de la desinformació n , pues a la par del creci m iento sostenido de Internet, las r edes sociales y otros m edios de d ifusi ó n, l a información f a laz, distorsionada, maliciosa o disolvente también ha procu r ado un nicho influ y ente en ese mar de infor m ación que nos rodea. Su crecimiento i n controlado ha lleg a do a c onfundir de t a l mane r a, que ha impregnado la cultura moderna de mentiras y v erdades a m e dias, q ue difícilmente se discie r ne