SIDA: UN CAMINO MÁS EXCELENTE
Cada 1o. de diciembre se celebra el Día Mundial del SIDA. Esta epidemia global, causada por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), ha producido directa o indirectamente, desde 1981 a la fecha, unas 25 millones de muertes. Actualmente se estima que más 34 millones de personas viven con el VIH en el mundo.
Ingentes esfuerzos se han llevado a cabo para detener esta “plaga arrolladora” y para encontrar una cura al mal. Incalculables esfuerzos, tanto económicos como políticos y científicos, se han invertido en la búsqueda de un remedio que detenga esas muertes. Otro tanto se destina a los esfuerzos de prevención y educación con la mira de reducir el número de contagios.
La aparición de esta enfermedad y sus consecuencias mortales han provocado, por temor e ignorancia, la discriminación de los que lo sufren. Ser portador del SIDA se convirtió, desde el inicio, en una causa injusta e injustificada de exclusión social, cargando sobre las almas de los que lo padecen la angustia adicional de sentirse marginados, destratados y perseguidos.
Mucho se ha avanzado desde el descubrimiento de los primeros casos de esta enfermedad. Hoy en día se han desarrollado tratamientos que permiten reducir significativamente la mortalidad en las personas infectadas. Globalmente, las nuevas infecciones anuales por el VIH disminuyeron un 21% entre 1997 y 2010.
El Informe de ONUSIDA para el Día Mundial Del Sida 2011 establecía:
“El número de personas que mueren por causas relacionadas con el sida disminuyó a 1,8 millones [1,6 millones–1,9 millones] en 2010, desde el nivel máximo de 2,2 millones [2,1 millones–2,5 millones] alcanzado a mediados de los años 2000. Desde 1995, se ha evitado un total de 2,5 millones de muertes en países de ingresos bajos y medianos debido al tratamiento antirretrovírico que se introdujo, según los nuevos cálculos de ONUSIDA. Gran parte de ese éxito proviene de los últimos dos años, cuando se produjo una rápida ampliación del acceso al tratamiento; solo en 2010, se evitaron 700.000 muertes relacionadas con el sida... El número de personas que se infectan por el VIH sigue en descenso, en algunos países más rápido que en otros. La incidencia del VIH ha caído en 33 países, 22 de los cuales pertenecen a África subsahariana, la región más afectada por la epidemia de sida.”
Se sabe
que los principales modos de transmisión de esta enfermedad resultan de las
relaciones sexuales con personas infectadas y el uso de drogas inyectables.
Aunque en muchos países ha habido progresos significativos en cuanto al combate
del SIDA, el citado informe también
señala que “en Europa oriental y Asia central, hubo un aumento pronunciado desde 2001 en el número de personas que viven
con el VIH, que aumentó un 250% en 2010 ... (donde) el uso de drogas
inyectables sigue siendo la causa principal de infección por el VIH en esta región, aunque una transmisión
considerable también se presenta en las
parejas sexuales de las personas que se inyectan drogas”. En lo que
respecta a “América del Norte y Europa occidental y central (la epidemia de
VIH) permanece obstinadamente estable, a pesar del acceso universal al
tratamiento, de la atención y el apoyo, y de la amplia sensibilización sobre la
epidemia y las causas de la infección por el VIH. La incidencia del VIH ha
cambiado poco desde 2004”. En América Latina la situación permanece estable.
Dentro de los esfuerzos por enfrentar el flagelo del SIDA las Naciones Unidas han promovido la meta de “cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el SIDA”1. A los efectos de la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH, a la vez que se investiga en la obtención de una vacuna contra el mal, se reconoce que “el descenso de las nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo se ha visto favorecido por cambios en las conductas” de las poblaciones de riesgo y las personas en general.
Ese enfoque puesto en el cambio de conducta favorece “la reducción del número de parejas sexuales, el incremento del uso del preservativo o el retraso de la iniciación sexual”2. El citado informe de la ONUSIDA resalta que con ese cambio de conducta “una nueva generación de jóvenes está tomando las riendas de su destino y protegiéndose del VIH”. Indudablemente ese cambio de conducta debe hacerse extensivo también a saber decir “NO a las drogas”.
Sin embargo, a la luz de las medidas que se están implementando, es posible observar que el planteamiento es insuficiente; se presenta en él un gran vacío, pues los gobiernos y las sociedades no han reparado que existe “un camino aún más excelente”3. Tal camino, muchas veces explicitado en las Escrituras es simple. Podría resumirse en la admonición de Moisés al pueblo de Israel:
“Mirad, pues, que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado; no os apartéis a la derecha ni a la izquierda.
“Andad en
todo camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya
bien, y prolonguéis vuestros días en la tierra que habéis de poseer.”4
La
sabiduría de Dios sobrepuja todo el conocimiento humano. Sus leyes aseguran el
bienestar de Sus hijos. Concerniente a la prevención del SIDA y a la noble meta
de “cero nuevas infecciones”, el camino delineado por nuestro Padre Celestial
es de aplicación clara y efectiva:
“No cometerás adulterio.”5
“Amarás a
tu esposa con todo tu corazón, y te allegarás a ella y a ninguna otra.”6
“Todos
los seres humanos, hombres y mujeres, son creados a la imagen de Dios. Cada uno
es un amado hijo o hija espiritual de padres celestiales y, como tal, cada uno
tiene una naturaleza y un destino divinos. El ser hombre o mujer es una
característica esencial de la identidad y el propósito eternos de los seres
humanos en la vida premortal, mortal, y eterna... El matrimonio entre el hombre y la mujer es
esencial para Su plan eterno.”7
“¿No
sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno
profanare el templo de Dios, Dios le destruirá a él, porque el templo de Dios,
el cual sois vosotros, santo es.”8
La cuestión no es si el hombre tiene el derecho o no de trasgredir la voluntad de Dios, pues el don del albedrío es universal y se le ha otorgado como un derecho inalienable. La cuestión está en cómo utiliza el hombre ese don. Nadie puede escapar a las consecuencias que sus decisiones engendran.
Aunque para muchos el proponer la fidelidad matrimonial y la pureza sexual como elemento esencial de la solución final al problema del SIDA les parezca ingenuo, inaceptable o atentatorio de su libertad individual, no deja de ser una alternativa real: la mejor de todas. Tal vez sea una utopía aspirar a que toda la humanidad se vuelva casta, pero si tan sólo un alma más se convirtiera a este llamado a la virtud, ¡cuán grande será su gozo (y el nuestro) viéndose libre ese flagelo y de tantos otros que acompañan una vida mundana! Y si llegase a acontecer que fueran muchas las almas que se convirtieran a la idea de vivir una vida plenamente cristiana, ¡cuán grande no será nuestro gozo (y el de ellas) al comprobar que “habitar(án) segur(as) en la tierra”9.
Ciertamente “la voz del Señor se dirige a todo hombre, y no hay quien escape; ni habrá ojo que no vea, ni oído que no oiga, ni corazón que no sea penetrado”10. Quienes sigan Sus preceptos, “estarán en lugares santos y no serán movidos”11.
1) Declaración política sobre el VIH/SIDA: intensificación de nuestro esfuerzo para eliminar el VIH/SIDA
2)
Informe de ONUSIDA para el Día Mundial Del Sida 2011, pág. 14
3) 1
Corintios 12:31
4)
Deuteronomio 5:32-33
5) Éxodo
20:14. Véase también 1 Corintios 6:18-19. El adulterio se define como “la relación
sexual ilícita entre el hombre y la mujer. Aunque generalmente se refiere a la
relación sexual entre una persona casada y otra que no es su cónyuge, en las
Escrituras también puede referirse a los que no tienen cónyuge.” (Guía para el
Estudio de las Escrituras)
6)
Doctrina y Convenios 42:22
7) La
familia: Una proclamación para el mundo
8) 1
Corintios 3:16-17
9)
Levítico 25:18
10)
Doctrina y Convenios 1:2
11) Doctrina y Convenios 45:32
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